La gastroenteritis, una infección intestinal, generalmente se manifiesta con síntomas como diarrea, náuseas, vómitos e incluso fiebre. A pesar de esto, la mayoría de los casos se resuelven espontáneamente en pocos días. Durante este periodo, mantener una adecuada hidratación y seguir una dieta astringente resulta fundamental. Sin embargo, es importante desmitificar la idea de que una dieta blanda se limita a consumir únicamente arroz.
Para afecciones intestinales como la criptosporidiosis, que las autoridades europeas están monitoreando, mantener una dieta astringente y una buena hidratación son elementos clave para la recuperación y evitar la deshidratación.
Laura Isabel Arranz, doctora en Alimentación y Nutrición y profesora de la Universidad de Barcelona, explica que en casos de diarrea, el agua se acumula en el intestino, afectando la formación normal de las heces. Por ello, una dieta astringente ayuda a equilibrar esta situación, sin embargo, esto va más allá de consumir únicamente arroz y membrillo, como se suele pensar.
Es cierto que se deben limitar ciertos alimentos, pero también es crucial ayudar al cuerpo a recuperarse con comidas que sean fáciles de digerir y nutritivas, destaca Arranz.
Asimismo, es importante prestar atención a las señales del cuerpo: cuando no hay apetito o se rechazan alimentos durante un episodio de diarrea, es indicativo de la necesidad de darle un descanso al sistema digestivo mientras se asegura una buena hidratación, ya sea con sueros orales específicos o caseros.
En cuanto a la dieta durante la diarrea, la Dra. Arranz menciona tres claves importantes:
- Consumir alimentos astringentes como membrillo, limonada, té, arroz, zanahoria, patata, manzana o plátano, que ayudan a absorber el exceso de agua en el intestino.
- Optar por alimentos fáciles de digerir como pan blanco tostado, arroz bien cocido, zanahoria, boniato, caldos de arroz y verduras, pescado blanco, pollo o pavo cocinados de manera ligera, y manzana asada.
- No descuidar los alimentos vegetales beneficiosos ni los probióticos, como el yogur.
Por otro lado, es crucial evitar alimentos que acentúen la diarrea, como aquellos ricos en fibra, grasas excesivas y comidas poco digeribles o procesadas. La reintroducción gradual de alimentos ricos en fibra se recomienda a medida que el proceso de recuperación avanza. Finalmente, es esencial evitar alimentos que no aporten beneficios nutricionales durante este periodo de recuperación.
