A medida que octubre llega a su fin, los trabajadores se preparan para un esperado fin de semana largo, con los feriados del 31 de octubre, en conmemoración de las Iglesias Evangélicas y Protestantes, y el 1 de noviembre, Día de Todos los Santos. Estos días brindarán a muchos la oportunidad de descansar desde el jueves hasta el domingo. Sin embargo, surge la inquietud sobre cómo se verá afectado el comercio en estas fechas. A diferencia de los feriados irrenunciables, que incluyen el 1 de mayo, el 18 y 19 de septiembre, el 25 de diciembre y el 1 de enero, el 31 de octubre y el 1 de noviembre no cuentan con esta consideración legal. Esto significa que los centros comerciales y supermercados podrán operar como en un día festivo tradicional. Es importante destacar que hay excepciones. Clubes, restaurantes, locales de entretenimiento, farmacias de urgencia y algunos otros establecimientos estarán abiertos, a pesar de las restricciones generales. Por lo tanto, los consumidores podrán planificar sus compras y actividades, sabiendo que el comercio funcionará de manera habitual, aunque con algunas limitaciones.
Si bien es cierto, será una excelente iniciativa para que muchos trabajadores se tomen un día de descanso, esto no ocurrirá en todo el mundo, ya que no es un feriado irrenunciable. Ante esto, los centros comerciales y los malls funcionarán con total normalidad. Sin embargo, esto no implica que otros tipos de establecimientos puedan tomarse ciertas licencias y no abrir sus puertas este jueves. Dado lo anterior, algunos de los establecimientos que se mantendrán cerrados durante el feriado son los bancos, oficinas del Registro Civil y otros servicios públicos. Asimismo, este 20 de junio se celebra el Día Nacional de los Pueblos Indígenas, feriado determinado por la ley 21.357. Esta fecha no solo representa la renovación y celebración para los pueblos originarios, sino también permite la realización de rituales y ceremonias espirituales significativas para la cultura. Para contextualizar, se conoce como el Día del Año Nuevo Indígena en el que se honran las tradiciones ancestrales. Finalmente, dentro de las festividades se encuentra el We Tripantu de los mapuches, hasta el Inti Raymi de los quechuas que marcan el inicio del nuevo ciclo de vida.
A medida que octubre llega a su fin, los trabajadores se preparan para un esperado fin de semana largo, con los feriados del 31 de octubre, en conmemoración de las Iglesias Evangélicas y Protestantes, y el 1 de noviembre, Día de Todos los Santos. Estos días brindarán a muchos la oportunidad de descansar desde el jueves hasta el domingo. Sin embargo, surge la inquietud sobre cómo se verá afectado el comercio en estas fechas. A diferencia de los feriados irrenunciables, que incluyen el 1 de mayo, el 18 y 19 de septiembre, el 25 de diciembre y el 1 de enero, el 31 de octubre y el 1 de noviembre no cuentan con esta consideración legal. Esto significa que los centros comerciales y supermercados podrán operar como en un día festivo tradicional. Es importante destacar que hay excepciones. Clubes, restaurantes, locales de entretenimiento, farmacias de urgencia y algunos otros establecimientos estarán abiertos, a pesar de las restricciones generales. Por lo tanto, los consumidores podrán planificar sus compras y actividades, sabiendo que el comercio funcionará de manera habitual, aunque con algunas limitaciones.
Si bien es cierto, será una excelente iniciativa para que muchos trabajadores se tomen un día de descanso, esto no ocurrirá en todo el mundo, ya que no es un feriado irrenunciable. Ante esto, los centros comerciales y los malls funcionarán con total normalidad. Sin embargo, esto no implica que otros tipos de establecimientos puedan tomarse ciertas licencias y no abrir sus puertas este jueves. Dado lo anterior, algunos de los establecimientos que se mantendrán cerrados durante el feriado son los bancos, oficinas del Registro Civil y otros servicios públicos. Asimismo, este 20 de junio se celebra el Día Nacional de los Pueblos Indígenas, feriado determinado por la ley 21.357. Esta fecha no solo representa la renovación y celebración para los pueblos originarios, sino también permite la realización de rituales y ceremonias espirituales significativas para la cultura. Para contextualizar, se conoce como el Día del Año Nuevo Indígena en el que se honran las tradiciones ancestrales. Finalmente, dentro de las festividades se encuentra el We Tripantu de los mapuches, hasta el Inti Raymi de los quechuas que marcan el inicio del nuevo ciclo de vida.